La Finca El Zopilote empezó como un negocio familiar en el 2002 cuando Bruno y sus hijos, Cristiano y Danielle, compraron el primer pedazo de tierra que hoy hace parte de la finca. El padre y los hijos habían viajado extensamente y antes y durante estos viajes, habian empezado a soñar con crear una granja y un espacio para visitantes y otros viajeros, el cual seria funcional, productivo y completamente respetuoso la naturaleza. Este proyecto nació durante esos viajes y en el 2001 la familia se reunio en Sur America y empezó a buscar un terreno donde pudieran poner en practica sus sueños y visión. Querian plantar sus ideas, verlas crecer con raíces fuertes y nutrirlas en el rico suelo del paraíso natural al que eventualmente llegarían: la isla de ometepe. En esta hermosa y fértil tierra el grupo paso los siguientes 5 meses construyendo cabañas, instalando un sistema de irrigacion y plantando las primeras plantas.
Desde entonces el proyecto ha crecido rápidamente. Mas de 10.0000 especies han sido plantadas, múltiples cabañas han sido construidas, asi como sistemas de purificación natural de aguas residuales, caminos y miradores . Hoy la Finca cuenta con baños secos que producen abonos para el cultivo, hornos de barro en los que se hace pan y pizza y paneles solares para la producción de energía eléctrica. La mayoría de las construcciones han sido hechas manualmente sin la ayuda de maquinas. Los materiales de construcción que no fueron hallados en el lugar, fueron transportados a pie por el camino de 300 metros que conecta al Zopilote con la carretera mas cercana. Hasta hoy, los bienes que no son producidos por nosotros, como algunas bebidas por ejemplo, son transportadas a lo largo de ese camino.
Durante los primeros diez años del proyecto, todas las ganancias se reinvirtieron en en la finca. Incluso hoy en día la mayor parte de los ingresos se invierte en mejoras: mantenimiento, nuevos proyectos y adornos. Ahora que el patriarca Bruno se ha retirado, Cristiano y Daniele se encargan de la empresa. Ambos hijos tienen diplomas en diseño de Permacultura y la finca y las tierras se manejan aplicando sus principios. Los propietarios tienen estrechos vínculos con la economía local: emplean a más de treinta trabajadores de los pueblos vecinos y todos los productos que no pueden ser producidos directamente en la finca se compran en los mercados locales . Muchos voluntarios han prestado apoyo al proyecto a lo largo de los años y siempre estamos recibiendo viajeros y voluntarios que deseen participar.